viernes, 21 de mayo de 2010

Las “ventajas” de la energía eólica

Un récord de producción

Desde el mes de noviembre del año pasado hasta el mes de marzo de este año, los que producen energía eólica han vivido un período glorioso, ya que se estableció un récord de producción de esta energía en España: durante estos cinco meses, la producción de energía eólica fue, en promedio, de 150,3 GWh por día, que representa un 19,3% de la generación neta peninsular. En cambio, el mes de abril no ha sido tan bueno: la producción eólica ha sido, en promedio, de 90,3 MWh / día, un 12,9% de la generación limpia. Seguramente que el mes de abril ha sido menos ventoso que los cinco meses anteriores.


Una energía subvencionada

Durante cinco meses, el negocio eólico ha sido un negocio redondo, ya que, además del precio del kWh, la energía eólica disfruta de primas sustanciales. La prima correspondiente a la energía eólica del año 2009 fue de 1.608 millones de euros, o, lo que es lo mismo, al ser su producción de 36.188 millones de kWh, de 4,4 céntimos / kWh.

¿Cómo se calcula la prima que se da a los productores de energía eólica? En estos momentos hay dos tipos de parques eólicos. Los puestos en marcha después del primero de enero de 2008, reciben una prima base de 3,127 céntimos / kWh. Esta prima puede aumentar y disminuir en ciertas condiciones:

1) Precio de la electricidad de mercado inferior a 4,483 céntimos / kWh: el productor recibe una prima hasta que el precio de la eólica sea el precio mínimo establecido, que es de 7,610 céntimos / kWh.

2) Precio de la electricidad entre 4,610 céntimos / kWh y 5,942 céntimos / kWh: el productor recibe una prima fija de 3,127 céntimos / kWh.

3) Precios de mercado superiores a 5,942 céntimos / kWh, pero inferiores a 9,069 céntimos / kWh: la prima es variable y simplemente complementa el precio del mercado hasta llegar a los 9,069 céntimos / kWh.

4) Precios de mercado superiores a 9,069 céntimos / kWh. El productor eólico no recibe prima. Simplemente el precio de mercado.

Los parques eólicos puestos en marcha antes del primero de enero del 2008 tendrán el mismo sistema a partir del primero de enero de 2012, de manera que no nos vamos a alargar a explicar su régimen actual, que acabará relativamente pronto.


Los precios de mercado

¿Qué son los precios de mercado? Son los que resultan de las subastas que se hacen periódicamente entre los diferentes productores eléctricos. Se refieren al precio de la electricidad a la salida de las centrales. Por tanto, a estos precios hay que añadir los costes de transporte y de transformación hasta el cliente. Grosso modo, podemos decir que los precios de mercado de este primer trimestre de 2010 se sitúan en unos 4,0 / 4,2 céntimos de euro por kWh (otro día hablaremos de cómo y por qué se hacen estas subastas)

De modo que los productores de energía eólica se meten en el bolsillo más de 8 céntimos de euro por cada kWh que ponen en el mercado. Las energías no subvencionadas, como la nuclear, la de carbón y la de gas deben conformarse con los 4,0 / 4,2 céntimos del precio de mercado. ¡Y después dirán que gracias a la energía eólica los precios de la energía eléctrica han bajado!

No es de extrañar que haya cola para poder obtener concesiones para producir energía eólica.


La irregularidad del viento

En la figura donde se indica la producción diaria de energía eólica podemos ver, cuantificado, uno de los inconvenientes mayores de esta energía (además de su precio): su irregularidad. Analizando el período que va desde el primero de marzo hasta anteayer, vemos que el día de mayor producción eólica ha sido el 4 de mayo, con 278,5 GWh, y el de menos, el 24 de abril, con 28,0 GWh. Esta irregularidad tan importante supone que debe haber más de 10 GW (278,5 a 28,0 = 258,5 GWh por día, y 258,5 GWh/24 h = 10,8 GW) de centrales paradas o funcionando a medio gas para hacer frente a esta irregularidad. 10 GW se corresponden, por ejemplo, a 25 centrales de gas de 400 MW, que se han de amortizar, donde se ha de pagar los sueldos del personal, y que, trabajando a poca potencia, tienen un rendimiento menor.


Conclusión

El negocio de la producción eólica parece un buen negocio, sobre todo por los que la producen. Es por esta razón que el Ministerio tiene en proyecto una revisión a la baja de estas primas, proyecto que ha puesto los nervios a los que ven que la gallina de los huevos de oro (que pagamos entre todos) se podría acabar.

Hoy en día, con la crisis que padecemos, y que es fundamentalmente de competitividad, pagar la energía eléctrica más cara para poder subvencionar algunos avispados, parece un lujo que no está a nuestro alcance. Y mantener paradas o a medio gas más de veinte centrales térmicas, tampoco.

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